jueves, 28 de julio de 2011

Vacas o no vacas, that's the question.

¿Lees el periódico? Pues entonces habrás comprobado cómo prácticamente todas las páginas impares llevan impresos anuncios de agencias de viajes con ofertas múltiples: para niños, para la pareja, por la reserva anticipada, etcétera. Suculentos descuentos, apetecibles tanto para destinos cercanos como para los lugares paradisíacos que visualizas en tu mente mientras saboreas el café con tostada en la cafetería, muy tempranito, antes de irte a trabajar. 
Te subes al coche, nada más salir de la cafetería, con el gustito a café y el dis-gus-ti-to en el cuerpo por no poder coger una oferta de última hora, porque este año te has quedado sin vacaciones, porque tocaba hacer reforma en la casa y arreglar el coche, porque no estás trabajando, por lo que sea. Y pones la radio para escuchar algo que te distraiga, llámense noticias, canciones o los típicos programas de entretenimiento que hacen los becarios en las emisoras generalistas y que te gusta escuchar, para detectar matices nuevos en voces jóvenes y preparadas. 
Da igual la emisora que elijas; de nuevo te asaltarán decenas de cuñas de agencias invitándote a la escapada de tu vida, ahora incluso en forma de 2x1. "¡Jodeeer! Y yo en casa. Y yo sin poder irme este año". Y piensas: "mira, que por cuatrocientos euros me puedo escapar a Marruecos, aunque haga más calor que en Écija, pero por lo menos me quito de enmedio cinco días. Que son cuatrocientos euros, que eso se me va a mí en cuatro convidás". Pero no, el angelito de tu conciencia se te presenta y de recuerda que no puedes este año, que ya será otro porque como dice tu madre: "hay  más días que ollas". Llegarás incluso a implorar piedad a tus amigos: "¡por favor, no me lo pongáis más difícil, no seáis tan crueles, ni tan repelentes!¡Y no me pidáis más veces que os acompañe que sabéis que no puedo este año!".  
Llegas al trabajo, te vas a almorzar, te vas de nuevo y así hasta septiembre. Por fin. En ese mes habrá acabado el suplicio de recibir a todos tus amigos y te enseñen las fotos de las playas de Cancún, los souvenirs artesanales de Laos, las ampollas en los pies que le salieron después de andar durante dieciséis horas seguidas por las calles de Nueva York y te obsequien con el imán para el frigorífico con forma de torre Pisa, el llaverito de Londres y la camiseta de Egipto. Con calma y resignación serás capaz de sobrellevar estos tórridos meses en los que no saldrás del mismo círculo en el que estás inmerso el resto del año.Total, conoces a más personas que nunca han salido de viaje que a los que ocasionalmente se van. Y sabes de sobra que no les pasa nada, que son completamente normales. Es más, sabes que no te va a pasar nada por no irte a ningún sitio de vacaciones, que tal y como está el patio más vale prevenir. Por eso te quedas más tranquilo, aunque el diablo de tu conciencia reaparecerá y no tardarás ni cinco minutos en salir de tu casa y buscar una tienda de chinos para comprar la hucha más grande -la que está adornada con billetes de quinientos euros- con la firme propuesta de llenarla para el destino veraniego del año que viene. Amén. 


1 comentario:

  1. Para esos momentos yo recomiendo una buena sesion de videos y fotos de antiguos viajes, asi te pasas un rato entretenida y no recuerdas el por que no puedes marcharte este año.
    Como consuelo te dire que yo en Octubre me marchaba a la India, pero como sabes el indio/a vendra a mi casa en Septiembre.

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