Cuando descubrí tu leve sonrisa,
danzar en la noche de las palabras
serán espejos, materia ficticia,
más si pudiera... al menos abrazarla.
Ellas con cuentagotas me dan vida
eso dicen, "vida", pero no basta
sí un gesto que explique, melancolía
pues todo lo es en vano; para nada.
Al atardecer de tus días malos
bailan airosos estos pensamientos
infelices, huid del desengaño.
Sabedores de este padecimiento
¿quién os dio fe? No es un ingrato.
Simplemente no acalla el lamento.
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