viernes, 6 de mayo de 2011

Campaña política en Pilas I: ¡Luri el último!

Ya estamos en campaña electoral, casi nada. Hoy he salido a dar un paseíto por las calles de Pinichi, mi barrio, y he visto los carteles de mis alcaldables a mansalvas. Por un momento me ha recordado un caótico quiosco de mercadillo, de esos en los que te venden fotografías de Marilyn Manson, El Che, Madonna, Bob Marley... Los hay a todo color, con predominio del color rojo, del azul, desaturados (como si llevaran colgados ya dos meses y el sol los hubiera deteriorado), con todo el grupo respaldando, con el candidato solito, de aspecto inmaculado, con acabados caseros (los de los más "humildes"), con urnas, sin urnas, con fondo artificial, con fondo vegetal...
Los candidatos, también son de todos los gustos. Por cierto, no hay candidatas, lo he echado de menos. En un pueblo tan grande y que no haya candidatas a la alcaldía, para que la critiquen no sólo por su actuación política, sino por la ropa que lleva, o porque su marido le ha hecho la cena a los niños mientras ella estaba en un pleno... Mmm eso sí que da juego sexista, y no lo de los hombres.
 Mi paseo se ha extendido a todo el pueblo y me he horrorizado al ver cientos de carteles sin ton ni son "engalanando" mi pueblo, pero yo me pregunto: ¿cómo se las apañaron anoche para colocar tantos carteles? ¿Cómo se han organizado para no pisar los sitios? Ah, claro -pensé inmediatamente- para pavonearse sí hay acuerdo. Etiendo, entiendo.
Reconozco que tengo mucha imaginación, y que quizás por eso he visionado a los simpatizantes de los distintos partidos corriendo cartel en mano, bajo el grito de ¡Luri el último*! ¡A por la esquina de la Plaza Belén! ¡A por las barandas de Pinichi! ¡A por las farolas del parque!... He visto a los voluntarios corriendo, escondiéndose de sus oponentes y haciendo carreras con las grúas que los alzarían hasta la farola más alta del pueblo para colgar afanosamente el cartel de su favorito.
Lo que también debe ser gracioso (o al menos interesante) es el cúmulo de comentarios que suscitan estas fotografías entre los viandantes y los que se apostan en sitios estratégicos del pueblo (véase La Cruz o las ya mencionadas barandas de mi barrio). Las tertulias políticas de estos enclaves han de circundar entre expresiones del tipo "en esa camarilla hay dos que no me gustan"; "pues el niño de mi prima se ve muy apañao"; "yo no sé por qué se ha metido en política con la buena paguita que tiene que tener"... Como si para meterse en política hiciera falta otra cosa que no fuera ganas, ganas y ganas. Porque hay que ver cómo está el patio. 
Yo espero, -y si no pues que sirva este artículo de tirón de orejas-, que el día 23 de mayo queden impolutas las calles de mi querido pueblo, que desaparezcan todos los maravillosos carteles propagandísticos que adornan hasta el último rincón de Pilas, aunque en el momento de la limpieza unos irán más desanimados que otros.
Así sea.



*Luri el último: expresión infantil que indica que el último (normalmente en una carrera u otra competición) es el perdedor.

4 comentarios:

  1. Hola! acabo de descubrir tu blog, lo iré siguiendo, y espero no te importe que utilice alguno de tus textos para mis clases de espanol ! un abrazo

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Muchas gracias Javier y Manuela. Espero que os siga gustando lo que venga.

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