Elecciones y 2.0

Desde hace unos días estamos asistiendo a unas reacciones más o menos espontáneas en algunas capitales españolas. Se trata de movimientos de protesta protagonizados por jóvenes, ancianos y padres de familia que han decidido levantar la voz y quejarse de los políticos que nos gobiernan solicitando una democracia real. Muchos medios la han denominado "Movilización 2.0", ya que se han convocado a través de las redes sociales -otra vez queda demostrado el poder de estas herramientas digitales-, por lo que esta situación puede recordar a las manifestaciones que tuvieron lugar en Egipto y otros países árabes, salvando las distancias culturales y sociales, claro.

Que se reúnan miles de personas en la Puerta del Sol en contra de los políticos de los partidos principales no es ninguna novedad; lo que sí resulta llamativo es que aparentemente no estén movilizados por ningún otro movimiento político -véase partidos de izquierdas o independentistas. Lo que me resulta desconcertante es que se movilice a tantos miles de personas sin saber exactamente hasta dónde se quiere llegar. Tienen todos los medios de comunicación de este país a su disposición pero mucho me temo que no están sabiendo sacarle punta a esta maravillosa oportunidad. He visto entrevistas a algunos de los manifestantes y cuando se les preguntaba qué querían conseguir han respondido que aún no lo tienen claro ¿Aún? Saben que quieren influir en las elecciones del próximo domingo y hoy es miércoles ¿A qué esperan para decidirse? Saben, incluso, que los barones del PP y del PSOE están haciendo referencia en sus mítines a estas protestas, por lo que están llamando la atención, están haciendo bien su trabajo, pero ¿a qué esperan para decir qué quieren conseguir? ¿Acaso pretenden que la gente no acuda a votar este domingo? ¿Qué iban a conseguir así? Los políticos, deben recordar, los hemos elegido los ciudadanos libremente, pese a que una vez llevada a cabo la elección ellos hayan gestionado como les haya parecido. Es muy fácil criticar a los políticos, como ha dicho alguno en las últimas horas. Castiguemos, pues, a quien haya obrado mal y démosle la oportunidad a quienes merezcan la pena. 

Otro caso es que no haya político que se salve en esta caza de brujas. Entonces ya habría que volver la vista atrás y tomar ejemplo de los griegos y dejar el poder en manos de los filósofos... que también son personas.

Mucho me temo que a partir del domingo todo va a volver a seguir como antes, pues no son los políticos los que gobiernan, sino las grandes entidades financieras y empresariales, los lobbies; ellos son los que mueven los hilos, por lo que mucho me temo que a estos manifestantes espontáneos les sucederá lo que a los poetas vanguardistas españoles de principios del siglo XX: querían ir más allá, pero no sabían dónde. 

Una curiosidad: ¿no resulta raro que haya surgido esto a cinco o seis días de unas elecciones en las que las encuestas dan por ganador al Partido Popular?